Crear un negocio, establecer un objetivo específico, lograrlo y alcanzar el éxito no es algo que se pueda conseguir de la noche a la mañana. Así que les quiero compartir un poco de mi experiencia como emprendedora exitosa que podría servir de inspiración para quienes estén pensando en crear un negocio o ya lo estén desarrollando.
Primero que todo, entendí muy bien quién era yo, cuál era mi pasión, mi espíritu, mi esencia y esas cosas que definitivamente me mueven o que tocan mi corazón. Entender esto me ayudó a enfocarme y a visualizarme en lo que yo quería hacer: compartir mi punto de vista desde el arte y la joyería.
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Ese entendimiento me permitió encaminar mi pasión y poco a poco comenzar a desarrollar un negocio cuando incluso no sabía bien lo que significaba emprender. Así que cuando en 1995 abrí mi primera boutique en la Ciudad de México, este no era un punto de partida sino un momento en el que comenzaba a recoger los frutos de haber decidido seguir mi convicción, iniciar mis estudios profesionales y convertir esos aprendizajes en algo que pudiera ofrecerle al mundo.
En el camino me he enfrentado a un sinnúmero de obstáculos y retos que he podido librar gracias a la persistencia de mi sueño, a la pasión pero también al aguante a la frustración, y sobre todo a la resiliencia. Quizás habrá algunos a los que no les sea fácil reponerse de un fracaso o de esos momentos en los que las cosas se ponen cuesta arriba. En mi caso, la terquedad y persistencia, entendida como el ímpetu de ir siempre para adelante y buscar alternativas ante cualquier cosa que suceda, me ayudó enormemente.
Más allá de esos momentos en que las cosas no salían como yo quería pero en los que tenía que demostrar de qué estaba hecha, me gusta pensar en aquellos que también me han llevado a donde estoy: cuando conocí a mi pareja que se convirtió en mi socio, cuando tuve el placer de ser mamá, cuando abrí mi primera boutique y en 2003 cuando la emblemática mariposa se erigió como el símbolo e identidad de mi marca: Tanya Moss.
En mi experiencia, no existen logros que se alcancen de forma fácil o, al menos, sin poner empeño y dedicación. Y esto me parece fundamental para cualquier proyecto que se tenga en la vida: no solo para los negocios o para construir una compañía exitosa, sino también para formar una familia, llevar tu proyecto de vida a otro país que no es el tuyo o cualquier proyecto de superación personal.
En moviendonegocios.com te voy a ir compartiendo más sobre mi experiencia como emprendedora exitosa.