Uno de los puntos más débiles que veo tanto en empresas como en startups es la estrategia. Simplemente, muchas de ellas se enfocan en construir un buen producto y tratar de venderlo todas las veces que sea posible, lo que realmente es un error a mediano y largo plazo.
Lo cierto es que no es una rareza que cueste tanto diseñar e implementar una estrategia. A continuación, te explico por qué y qué es lo que hace falta, basado en el libro Your strategy needs a strategy de Martin Reeves.
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Hay tantas metodologías para diseñar la estrategia como te imagines
La imagen que observas abajo muestra todas las metodologías para diseñar una estrategia que han existido desde 1950. Es una locura, ¿verdad? Pero lo que es claro es que del año 2000 en adelante, de una manera general, la innovación es la estrategia (y no una parte de ella como se piensa), y lo más difícil es que casi nadie sabe bien sobre ella.
No siempre se usa la misma estrategia
Existen cinco formas para diseñar una estrategia y cuya elección no depende de lo que uno quiera sino que depende de dos cosas: lo impredecible del mercado futuro y qué tanto puedo afectar ese mercado en el futuro. Estas son las cinco formas de estrategia:
1. Clásica: analizo, planeo y ejecuto
Se usa cuando el mercado es predecible y no se puede cambiar. Un ejemplo es una panadería que se instala con un buen producto, en una buena zona, crece allí y luego trata de hacer franquicias.
2. Adaptativa: me muevo, elijo, escalo
Se usa cuando no se puede predecir lo que viene y no se puede cambiar. Por ejemplo, las startups: ven, sospechan, se lanzan, cambian, se ajustan hasta que hace el ajuste del producto al mercado y luego crecen.
3. Visionaria: veo el futuro, lo construyo y persisto
Se usa cuando se puede predecir y moldear lo que viene. Esto se refleja en empresas como SpaceX de Elon Musk y sus viajes privados: es difícil agarrarlos después de tanto I+D, definitivamente pusieron un estándar.
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4. Formadora: orquesto los cambios
No se puede predecir, pero se puede cambiar. El mejor ejemplo es Novo Nordisk, una empresa de salud danesa que para volverse el estándar para la diabetes tuvo que trabajar y orquestar a una gran cantidad de médicos, pacientes y reguladores.
5. Renovación: cuando mis recursos son estrechos
Aquí la estrategia consiste en aguantar hasta poder tomar uno de los cuatro caminos anteriores. Un ejemplo de esta forma son los canales de televisión de hoy.
Recuerda que probablemente tengas que pasar por distintas estrategias en distintos momentos del ciclo de tu empresa.
¿Ahora qué vas a hacer con todo esto?
Si bien las estrategias se mantienen por unos años, no es tan fácil entender qué tan predecible y maleable es el futuro. Se puede pensar que se está usando una estrategia de adaptación cuando en realidad es clásica.
Lo importante que hay que entender en el fondo es que no basta con una buena idea, un buen producto o equipo; sin estrategia, se puede estar llevando todo en el sentido equivocado.
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Así que diseña una estrategia; ten un plan. Estudiar el mercado es tan importante como construir un buen producto y salir a vender. No te quedes con esa sensación de que lo único que importa es producir porque te va a hacer llegar a un techo que no vas a poder superar.
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