Uno de los mitos del mundo digital se centra en que el paid media es más efectivo que cualquier otro recurso; sin embargo, lo cierto es que para que las estrategias digitales funcionen se deben usar diferentes alternativas, canales y recursos, que al final se complementen entre sí para lograr los objetivos planeados. Aquí te cuento un poco más sobre el tema.
Empecemos por el paid media que es el marketing que las marcas utilizan para pagar anuncios de televisión, de medios impresos, digitales y de patrocinios. Si bien en la era digital tenemos una explosión de contenidos, es clave la persona o el medio que está detrás del mensaje, saber quién está comunicando. Es por eso que la credibilidad tiene un gran peso a la hora de decidir si escuchar o tomar un consejo, así que tener a una persona comunicando hace más cercano todo.
En el caso de los creadores de contenido es común el fenómeno de tipping point o punto de inflexión: “Se trata del momento clave en el que una moda, una idea, un producto o un hecho de cualquier tipo pasa de ser algo de nicho o marginal a convertirse en algo totalmente masivo”. Esto también se conoce como el word of mouth o boca a boca, en otras palabras, esa recomendación es tomada como la que te diría tu mejor amiga, tu hermana o tu madre, por tanto, su influencia en la compra es mucho mayor que si te la recomendara cualquier otra persona.
Es mi deber explicar que los creadores de contenidos no hacen milagros y que es necesario que las relaciones con las marcas inicien con un proceso de awareness en el que la marca se dé a conocer a través del influenciador y luego pase a una experiencia que beneficie a la audiencia. Por eso es clave ser claros con los objetivos y establecer la estrategia correcta. Además, hay otros aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de vender un producto: el precio, la buena calidad del producto y la facilidad de conseguirlo. En Latinoamérica es necesario tener puntos de ventas, porque aún la parte de compra en línea genera mucha desconfianza y, por ende, representa un muy bajo porcentaje.
Con los puntos expuestos, mi mejor consejo es hacer una estrategia integral, donde se tenga a un grupo de creadores de contenido que representen la marca y el mensaje que se quiera dar, y complementarlo con un poco de paid media para amplificar ese mensaje.
¿Macroinfluenciaores o microinfluenciadores?
Una vez está claro que los creadores de contenido son clave para la estrategias digitales, es clave elegir ¿microinfluenciadores o macroinfluenciadores? La respuesta para esto es sencilla: depende del objetivo que tengas con tu campaña y/o estrategia; por lo general, siempre es bueno hacer una mezcla de los dos.
Recientemente he notado que se confunde mucho al microinfluenciador. Este es el influenciador de nicho, su audiencia no es tan masiva pero tiene mucha credibilidad en temas específicos, a diferencia del influenciador que se queda estancado en los números porque no logra un impacto tan alto y no genera engagement. Por lo tanto, este no es un verdadero microinfluenciador, aunque se vende como tal, y lo cierto es que termina siendo un influenciador muy caro para la campaña porque no tiene credibilidad en el tema que la marca está buscando ni tampoco impacto. Por eso hay que evaluar muy bien el perfil del influenciador cuando se va a trabajar con él.
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