En los últimos años, el avance de la tecnología ha permitido a diversas industrias apoyarse en la programación de la inteligencia artificial para garantizar mayor eficiencia, productividad y masificación de procesos. El hecho de poder contar con sistemas que pueden trabajar permanentemente y que detecten fallos inesperados es de gran ayuda para preservar la seguridad de las compañías en un panorama de ciberataques cada vez más complejo.
La implementación de la inteligencia artificial como aliado para reforzar la ciberseguridad, resulta una estrategia casi obvia, pues son dos campos estrechamente ligados, que se han convertido en tendencia.
A grandes rasgos se podría decir que la inteligencia artificial se puede aplicar a las políticas y esquemas de seguridad informática de las compañías, pues permite detectar y responder a las amenazas cibernéticas de manera más rápida, efectiva y costo eficiente. Esto se debe a que los sistemas de inteligencia artificial están diseñados para analizar una gran cantidad de datos para encontrar patrones y anomalías que sean el punto de partida de un posible ciberataque.
Un ejemplo de este tipo de implementaciones de inteligencia artificial lo presentan soluciones como Microsoft Sentinel, Microsoft 365 Defender y Microsoft Defender para Cloud que, según una consultoría realizada por la firma Forrester, toma 56% menos tiempo para investigar las amenazas y 88% menos respondiendo a las mismas.
¿Cómo usar la inteligencia artificial para proteger mi compañía?
Ya exploramos algunas de las aplicaciones que se le pueden dar a las soluciones de inteligencia artificial para evitar los ataques cibernéticos de manera automatizada. A continuación, detallamos algunas de las acciones claves que resultan de la integración de este tipo de soluciones.
Detección de intrusiones en tiempo real
Las soluciones de ciberseguridad basadas en inteligencia artificial están en capacidad de analizar el comportamiento del tráfico en la red e identificar patrones en este comportamiento que indiquen irregularidades asociadas a una intrusión o ataque. Además de dar una alerta temprana, pueden también tomar acciones de manera autónoma (si se les programa para ello) que bloqueen el ataque.
Gestión de vulnerabilidades
Al escanear de manera continua y programada los sistemas de seguridad informática de una compañía y todos sus activos digitales, la inteligencia artificial puede identificar en un lapso reducido las vulnerabilidades de dichos sistemas y crear parches o alertas para que los equipos puedan dar soluciones rápidas y oportunas.
Detección de malware y phishing
Estos dos son, quizás, dos de Los vectores más comunes de inicio de un ciber ataque, de ahí que se hayan desarrollado soluciones avanzadas de inteligencia artificial para identificarlos, detectarlos y bloquearlos. En el caso de los malwares, se realiza un escaneo de archivos para evitar que los software maliciosos hagan estragos en los sistemas. Por otro lado, a través del análisis de los correos electrónicos se puede hacer una detección de aquellos que sean intentos de phishing, esta es una funcionalidad que ya integran servicios como Outlook.
Para conocer cómo se vive un ataque ransomware desde adentro de la organización, puedes acceder a Microsoft Cybersecurity Tabletop Exercise, un evento on demand donde descubrirás el paso a paso de un ciberataque.
Análisis de patrones de comportamiento
Una de las aplicaciones más sorprendentes de la inteligencia artificial son aquellas asociadas al análisis de los patrones de comportamiento. A través de un proceso de aprendizaje, el sistema puede determinar si los movimientos del mouse o del teclado corresponden a determinado usuario o si este está siendo suplantado.
Estas son algunas de las aplicaciones de la inteligencia artificial para preservar la seguridad cibernética de las compañías, reduciendo así riesgos e inversiones en recuperaciones de información o daños causados a los sistemas empresariales.
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