Los coletazos de la crisis de la pandemia y el momento difícil que está viviendo la economía mundial están cambiando el panorama para los emprendedores latinoamericanos. Y aunque los números del capital inyectado están decreciendo, para los inversores las oportunidades de negocio de las startups en la región tienen mucho potencial.
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Las cifras de financiación de capital riesgo en América Latina durante el tercer trimestre del 2022 confirman que la ralentización de la primera mitad del año continúa. La inversión en el tercer trimestre registró USD 1.1 mil millones, menor que los dos primeros trimestres del año pero más alta que los montos registrados antes de 2019. Este es el quinto trimestre consecutivo decreciente desde que la inversión alcanzó su punto máximo en el segundo trimestre de 2021 con USD 7.4 mil millones.
“Basado en el sentimiento del mercado, espero que la financiación se mantenga en torno a este nivel durante los próximos dos o tres trimestres, pero esto dependerá de cómo evolucionen la inflación, las tasas de interés y la economía en general. El tiempo dirá”, explicó en su sitio web Diego Serebrisky, experimentado y reconocido inversionista en Latinoamérica, cofundador y socio gerente de Dalus Capital.
Más allá de que estas cifras se traduzcan en que los inversores quizás están siendo más cautos con sus inversiones, hay una fuerte creencia en el potencial de Latinoamérica que se pudo apreciar en el Vamos Latam Summit, un evento organizado por Latitud en Sao Paulo en septiembre pasado que reunió a más de 1.000 fundadores, inversores y constructores de startups de toda la región.
Para Santiago Fossatti, socio de Kaszek, uno de los fondos más importantes en Latinoamérica, “Este es el comienzo. Aún no hemos visto, incluso, una fracción de lo que la tecnología puede hacer en la vida de las personas. Estoy seguro que las cinco o diez principales compañías de América Latina serán compañías de tecnología”.
Por su parte, Izabel Gallera, socia de Canary, un fondo que opera desde Brasil pero con foco en toda la región, es claro que “Latinoamérica es tierra fértil para las oportunidades. Aquí no necesitas construir una compañía como Tesla para tener una compañía extraordinaria y para realmente cambiar las industrias”.
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Es evidente que el ecosistema de emprendimiento ya está inmerso en un contexto en el que las cosas se están poniendo más difíciles, pero es ahí donde el espíritu del emprendedor latinoamericano puede salir más a flote, cuando el panorama no es el mejor.
“Independientemente de lo retador que pareciera el contexto económico actual, claramente hay un sin número de compañías con equipos motivados para cambiar positivamente nuestra región”, afirmó René Lomelí, socio de 500 Global, uno de los fondos y aceleradora más activos del mundo y que desde México invierte en startups de toda la región, a propósito de la última convocatoria del año que abrió recientemente para startups.
Así que mientras hay menos capital para los emprendedores, la consigna está en seguir construyendo mejores productos, soluciones y equipos de talento que redunden en catapultar las oportunidades de una región con condiciones desafiantes.
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