¿Alguna vez desarrollaste un producto para resolver un problema de tus clientes, pero nunca lo lanzaste porque sentías que no era lo suficientemente bueno? Pues bien, debes saber que la búsqueda de la perfección puede convertirse en una trampa que nos impide avanzar.
Acompáñame a explorar el poder de la acción y por qué «hecho» es mejor que «perfecto», desde la perspectiva de Lucas Lopatin, emprendedor y fundador de Indie Build, un startup studio donde co-crean startups rentables junto a fundadores de América Latina.
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Los problemas de buscar la perfección
El perfeccionismo nos lleva a la procrastinación. Si esperamos a que todo esté perfecto antes de actuar, perdemos tiempo valioso y retrasamos el progreso de nuestros proyectos. Esta procrastinación puede llevarnos a una parálisis total.
Además, el perfeccionismo genera altos niveles de estrés y ansiedad, impidiéndonos disfrutar del proceso y bloqueando nuestra creatividad al limitar nuestra capacidad de pensar fuera de la caja.
Es importante recordar que el perfeccionismo es subjetivo y relativo, por lo que no debe ser utilizado como un parámetro.
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Por qué “hecho» es mejor que «perfecto»
Tomar acción y hacer es fundamental para adquirir experiencia y conocimientos, permitiéndonos seguir perfeccionando nuestros proyectos en el proceso. El perfeccionamiento no tiene fin, y lanzar nuestros productos o servicios nos brinda la oportunidad de iterar y lograr un progreso continuo.
Cuando nos enfocamos en hacer, combatimos el miedo al fracaso, ya que cada tropiezo se convierte en una valiosa oportunidad de mejora. La acción nos proporciona nuevas ideas y perspectivas, y nos permite recibir retroalimentación que de otro modo perderíamos si esperáramos a que todo esté perfecto antes de compartirlo.
Además, al salir de la inacción e ingresar en la acción, inspiramos a otros a hacer lo mismo, creando un impacto positivo en nuestro entorno.
Abrazando la imperfección y el aprendizaje constante
Es importante abrazar la imperfección y comprender que forma parte del proceso. El perfeccionismo es una ilusión, ya que la perfección absoluta no existe. El solo hecho de hacer es en sí mismo un aprendizaje continuo. Enfócate en hacer algo que te apasione y que esté alineado con tus valores e ideales. No permitas que el perfeccionismo te paralice.
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Conviértete en un hacedor y utiliza tus acciones para crear algo que siempre podrá ser perfeccionado, pero que nunca alcanzará la perfección absoluta. Recuerda, la perfección es enemiga de la acción.
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