Según el Banco de Desarrollo de América Latina, gran parte de la población de la región no tiene conocimiento de temas básicos de economía y finanzas. Como consecuencia de ello se limita la capacidad de las personas para tomar decisiones responsables con respecto al manejo de sus finanzas. De ahí que la educación financiera es una urgencia que se debe atender, pues sin duda contribuirá a tener una economía más sana y se reduciría la desigualdad.
Ahora bien, es clave tener en cuenta que la educación financiera debe estar no solamente presente desde los primeros años en la educación primaria y secundaria; también es fundamental buscar espacios en los que los adultos puedan acceder a información de calidad, que puedan relacionar con su vida cotidiana y que les permita entenderla y convertirla en una herramienta para la toma de decisiones.
Y es que, según cifras del WSBI (Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Banca Minorista, por sus siglas en inglés), más de 1.400 millones de personas siguen excluidas de servicios financieros formales en todo el mundo. Por este motivo, cada año las entidades financieras asociadas al WSBI se reúnen para, además de promover el acceso a servicios financieros formales, trascender su labor mediante el desarrollo de capacidades sociales, financieras, digitales y emprendedoras para que las comunidades locales puedan desarrollarse y prosperar.
Este año este encuentro se llevó a cabo en Cartagena y el Banco Caja Social, como único integrante de Colombia, participó activamente en este evento en el que la educación financiera fue uno de los temas principales. Estos son algunos aspectos clave que se discutieron y la que la constituyen como herramienta fundamental para fomentar la inclusión.
- Información para tomar decisiones
Tener acceso a la educación financiera le permite a las personas tomar decisiones informadas sobre el manejo de su dinero. De esta manera sabrán cómo y por qué ahorrar, elegir las inversiones más adecuadas, el manejo de sus deudas, etc. Este tipo de decisiones, si se toman de la manera correcta, pueden tener un impacto positivo en el bienestar financiero de las personas a corto y largo plazo.
- Empoderamiento económico
Este punto está muy relacionado con el anterior, pues, al tener la información necesaria para manejar sus finanzas, las personas sentirán la confianza para tomar decisiones y tendrán el control del manejo de su dinero. Así lograrán mejorar su situación económica y reducir los índices de pobreza y desigualdad, mejorando su calidad de vida.
- Acceso a herramientas financieras
A través de la educación financiera, las personas pueden tener el conocimiento y las habilidades necesarias para comprender y utilizar las herramientas financieras, como cuentas bancarias, tarjetas de crédito, préstamos, etc. Esto les permite tener acceso a servicios financieros y participar activamente en la economía.
Estos son apenas algunos de los aspectos que demuestran que la educación financiera es una herramienta importante para promover la inclusión social y económica al proporcionar a las personas los conocimientos y habilidades necesarios para participar plenamente en la economía y mejorar su situación financiera.
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