Si tuvieras la oportunidad de elegir entre invertir en activos o en estudios, ¿cuál escogerías?
Tomar decisiones no siempre es una tarea fácil, mucho menos cuando estás al frente de un emprendimiento, por la frecuencia con la que debes hacer elecciones importantes. Incluso tomar acción frente a un tema en vez de dejar las cosas tal como están requiere de un importante análisis.
Pues bien, un concepto económico que te puede ayudar a tener un poco de claridad sobre qué hacer es el valor de la mejor opción no seleccionada o, simplemente, el costo de oportunidad.
¿Qué es el costo de oportunidad?
En la vida estamos llenos de oportunidades que se cruzan justo al mismo tiempo y tenemos que elegir entre una de las dos. En materia financiera, es usual ponerse a pensar qué hubiera pasado si hubiera escogido la otra opción.
Esto es básicamente el costo de oportunidad, es decir, el valor o utilidad que se sacrifica por elegir la alternativa A y no la B o la C, y se utiliza como una forma de evaluar varias alternativas posibles cuando se tienen recursos limitados. De hecho, es una metodología para seleccionar inversiones, pues no se basa en la rentabilidad a corto o mediano plazo, sino en los beneficios futuros.
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Por ejemplo, supongamos que tienes USD 2.000 y tienes la opción de gastarlos ahora mismo en un bien de lujo que disfrutarás desde hoy; o puedes invertirlos en un CDT y esperar seis meses o un año para obtener rentabilidad. ¿Cuál escogerías? Aunque esta es una pregunta capciosa porque requiere algo de educación financiera, lo que nos muestra es que cuando hacemos una elección dejamos de tomar otra decisión que posiblemente representaba más beneficio a largo plazo.
¿Por qué es importante tener en cuenta el costo de oportunidad?
Aplicar el costo de oportunidad en tu vida financiera o en tu emprendimiento es más que necesario para tener estabilidad y reducir riesgos. Cuando tomamos decisiones definitivamente tratamos de hacerlo de una forma racional, así que este es un análisis que te ayudará a hacer elecciones difíciles poniendo en perspectiva el valor real de tu decisión y dándote un poco más de objetividad.
Debes tener en cuenta, además, que el costo oportunidad no solo se mide en términos de recursos económicos, sino también de tiempo invertido, aumento de la calidad de vida, avance hacia el bienestar financiero, etc.
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¿Cómo medir el costo de oportunidad?
No hay una sola metodología para obtener este costo, la manera más sencilla es sacar los beneficios de cada una de las opciones que se te presentan, compararlos y preguntarte a qué estás dispuesto a renunciar.
Para finalizar, te quiero dar un ejemplo sencillo: estás evaluando entre dos opciones laborales. En la primera te pagan USD 2.000 al mes, en la segunda USD 1.500. Así el costo de oportunidad de la segunda opción es de USD 500 (pues es a lo que renunciarás cada mes), sin embargo, también tienen diferencias en el horario y en la distancia que debes recorrer a la oficina. En este caso deberás analizar, de acuerdo a tus prioridades, qué estás dispuesto a sacrificar.
Como ves, este concepto económico te permite evaluar desde decisiones personales hasta empresariales, así que tenlo en cuenta, porque toda decisión que tomas tiene un costo de oportunidad.
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