Así como lo hacen las grandes empresas, las personas precisamos de un plan para generar las acciones necesarias que nos permitan alcanzar las metas financieras que nos proponemos. Por eso, hoy les quiero hablar de una herramienta que nos permitirá poner las cartas sobre la mesa para saber hacia dónde ir en nuestro objetivo de lograr la anhelada libertad económica: el plan financiero personal.
¿Qué es un plan financiero y por qué es importante?
Si no sabemos para dónde vamos, lo más seguro es que resultemos en un lugar en el que no queríamos estar o que desperdiciemos tiempo y dinero en el proceso. En ese sentido, es importante planear para lograr sacar el mayor provecho de los recursos que tenemos.
En este escenario, el Plan Financiero tiene un papel protagónico, pues es un documento en el que establecemos nuestros objetivos financieros, hacemos un análisis a profundidad de nuestra situación actual y planteamos las acciones necesarias para llegar a esas metas.
Esta herramienta es muy potente porque te brinda insumos para gestionar de una manera inteligente tus recursos; hacer un diagnóstico de tu situación económica actual; te brinda información útil para escenarios futuros y definitivamente te permite tomar mejores decisiones.
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¿Por dónde debo empezar?
La primera recomendación es analizar tu situación financiera actual. Esto es revisar y compilar la información de tus activos, es decir, de tu patrimonio, como vivienda, vehículos, acciones, etc. Luego, haz lo mismo con los pasivos, es decir, tus deudas.
Así mismo, debes mirar cuáles son tus ingresos actuales y, sobre todo, hacer un mapa de tus gastos. Recuerda que el dinero que dispones para alcanzar tus metas lo vas a saber conociendo tus consumos y reduciéndolos al máximo, pues el sobrante es lo que te va a permitir ahorrar e invertir para lograr la libertad financiera.
Mi recomendación es que hagas este plan por un año. Así que anota mes a mes cuál es tu proyección de ingresos y también de gastos durante ese período, incluyendo un rubro de emergencias, alguna ganancia ocasional y todas tus obligaciones, como arriendos, servicios, el colegio de tus hijos, etc.
Trazar metas y establecer un plan de acción
Una vez tengas este panorama, debes plantearte tus metas a corto, mediano y largo plazo. Pregúntate qué quieres hacer dentro de tres, cinco, 10 y 20 años, para qué quieres ahorrar, y escríbelo para enrutar tu plan hacia esos objetivos: desde comprar un carro o irte de vacaciones, hasta adquirir una casa y tener seguridad en tu vejez.
Ahora, debes elaborar un plan de acción teniendo en cuenta los recursos con los que cuentas y tus objetivos. Entre tus opciones está desde reducir tus gastos e invertir hasta buscar una fuente adicional de ingresos. Esto puede que no sea una tarea fácil, por eso, tener un asesor financiero te ayudará a acortar el camino al éxito y así evitarte muchos dolores de cabeza.
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Ejecuta y monitorea
Luego de definir tu plan financiero, comprométete a ejecutarlo y comienza desde ya, pues no hay tiempo que perder. Es muy importante que compruebes de forma regular si estás cumpliendo o no con las acciones planteadas y si ellas te están acercando a tus objetivos. Si no, es importante reajustar el plan, solo así te aseguras de cumplir tus metas.
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