Los préstamos son tan antiguos como el dinero pero, con el paso del tiempo, se han ido sofisticando de la mano de las entidades financieras para estar en sintonía con las diversas necesidades del día a día, facilitar el acceso a todas las personas y tener reglas claras que nos permitan tomar decisiones.
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Sin embargo, no podemos olvidar que adquirir este tipo de compromisos es una decisión financiera que debe ser evaluada cuidadosamente, pues puede llegar incluso a comprometer nuestra estabilidad económica. Por eso, hoy te traigo algunas recomendaciones para que tengas en cuenta a la hora de adquirir un préstamo.
Evalúa tus necesidades
Antes de solicitar un préstamo, asegúrate de que realmente lo necesitas. Primero, piensa si lo vas a destinar a un gasto esencial o si es algo que puedes aplazar, incluso para después de ahorrar un poco. Segundo, evalúa si dispones de otras alternativas para suplir esos fondos, de manera que evites adquirir un compromiso como este.
Establece un objetivo claro
Cada vez es más común que las entidades financieras nos ofrezcan productos como créditos rotativos ya aprobados (préstamo inicial de libre inversión que se va renovando), lo importante es que a la hora de adquirir un préstamo definamos claramente cuál es su propósito: desde adquirir casa o vehículo, hasta financiar estudios, atender una emergencia, etc. Esto también te ayudará a elegir el tipo de préstamo más adecuado y a establecer un plan de pago.
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Capacidad de pago
Ahora, debes analizar tus ingresos y gastos para analizar si puedes cumplir con las cuotas del préstamo y el plazo acordado, sin que esto afecte tu presupuesto mensual. Esto es un paso muy importante porque evitará que termines afectando tu bienestar financiero a futuro.
Mi recomendación es que hagas un presupuesto mensual detallado, evaluando los gastos que puedes recortar, para así evaluar el espacio que tienes para cubrir estas obligaciones. Además, debes evaluar el impacto que tendrá a largo plazo en tu situación financiera, calculando cuánto pagarás en total, pues recuerda que esto afectará tu capacidad para ahorrar y realizar otros gastos en el futuro.
Considera tu historial crediticio
Cuando no tienes un buen puntaje, las entidades financieras no te prestan tan fácilmente o endurecen sus condiciones, así que revisa tu historial antes de solicitar el crédito para asegurarte que esté todo en orden. Corrige cualquier error que encuentres y asegúrate de mantener un buen historial en general.
Compara los préstamos
Haz una investigación y compara las diferentes opciones. Recuerda revisar las tasas de interés, el plazo de pago y los cargos adicionales que tiene cada uno, y no olvides que las entidades ofrecen diversos tipos de crédito, de acuerdo con tus objetivos. Una vez lo hayas hecho, busca la mejor opción que se ajuste a tus necesidades.
Ahora bien, también es importante que antes de firmar el contrato del préstamo, leas detenidamente los términos y condiciones. Fíjate especialmente en temas como comisiones, seguros, penalidades por pago anticipado y cualquier cláusula relevante, pues pueden hacer la diferencia con otros créditos que hayas evaluado.
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Solicitar un préstamo es una decisión que no se puede tomar a la ligera, así que asegúrate de encontrar uno que se adapte a tus necesidades y también a tu capacidad de pago.
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