Cómo hacer un buen pitch o discurso debería ser una de las preocupaciones básicas de los emprendedores: no solo les ayuda a tener claro su negocio en términos concretos sino que también puede traducirse en una inyección de capital para seguir adelante.
Un pitch es una presentación breve en la que se describe una startup y el estado de desarrollo de su idea de negocio. Y es una herramienta usual con la que inversionistas y fondos de capital de riesgo evalúan y analizan si invierten en una compañía o no.
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En el mundo del emprendimiento puedes llegar a tener la mejor idea de negocio, pero si no sabes cómo vendérsela a los inversionistas lo más seguro es que te toque ejecutarla con tus propios recursos o los de tu equipo fundador.
Por eso, más allá de las diferentes etapas de inversión -desde la inversión ángel hasta las enormes rondas de financiación de miles de millones de dólares-, existen algunos aspectos clave a la hora de pararse frente a un inversionista y tratar de convencerlo de que invertir en tu startup es un buen negocio.
1. ¡Infórmate!
El mejor pitch comienza indudablemente con un conocimiento integral del tema. Es necesario respaldar tu idea de negocio con los recursos que hagan falta: desde los pormenores de cómo proyectas el negocio hasta toda aquella información sobre el mercado, el sector y la industria en la que quieras implementar tu solución, incluso sobre tus competidores potenciales.
2. Sé breve y ve al grano
En un mundo que va a toda velocidad, los inversionistas no tienen demasiado tiempo y debes ganarte su atención rápidamente. Aunque tengas mucha información en la cabeza, debes usar elementos atractivos, que generen interés y acompañarlos de los conceptos y datos que le hagan sentido a tu idea de negocio.
Sé breve, conciso y ve al grano; si el inversionista se interesa en algún elemento particular te lo pedirá luego.
3. Sé auténtico
Una de las cosas que he aprendido haciendo pitch y escuchando los de otros emprendedores es que, más allá de una idea de negocio con mucho potencial, los inversionistas buscan invertir en personas que sean capaces de ejecutar esas ideas.
Por eso, mi recomendación es que no muestres lo que no eres. Sé auténtico. Usa un lenguaje sencillo y sin palabras técnicas o rebuscadas. Más que parecer un gurú debes saber cómo transmitir tu idea, independientemente del tipo de inversionistas que esté al frente.
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4. Conecta con tu audiencia
No se trata solo de tener un discurso aprendido y recitarlo como un loro. Tienes que conectar con tu audiencia. Conocer un poco de a quién le vas a hablar y tenerlo en cuenta en tu pitch puede generar empatía y cercanía.
5. Cuidado con tus emociones
El apasionamiento propio del emprendedor no puede traducirse en dejarse llevar por las emociones. Puedes demostrar entusiasmo con tu idea -porque crees en ella- pero no olvides que lo que transmites también tiene que ver con cómo lo expresas.
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