Siempre que los emprendedores alcanzan una meta en ventas o usuarios, se expanden a un nuevo mercado o recaudan una ronda de financiamiento acostumbran a celebrarlo como un hito, pero conocer y practicar el arte de delegar también debería celebrarse así y te voy a decir por qué.
La mayoría de los emprendedores sufren, en cierta medida, por no aprender a delegar ya que creen que nadie hará bien su trabajo y a medida que su emprendimiento va creciendo la carga puede volverse insostenible.
¿Qué significa delegar?
El concepto básico de delegar se puede definir como la acción de encomendar una tarea que corresponde a una persona facultada a otra persona. Pero en el mundo del emprendimiento, este término se entiende también como la habilidad de asignar una responsabilidad o tarea específica a la persona indicada, en el tiempo adecuado y de la manera correcta. Todo un arte, ¿no?
¿Por qué debes aprender el arte de delegar?
En un principio, los emprendedores piensan que pueden hacerlo todo. Y es entendible, pues desde la concepción de la idea del negocio, su sentido de pertenencia es tan alto que rápidamente pueden pensar cosas como “nadie lo podría hacer tan bien como yo” o “no tengo tiempo de enseñarle a otro cómo hacerlo”. Pero cuando el negocio comienza a crecer y de repente te encuentras con que es imposible estar pendiente de todos los detalles y, además, administrarlo de forma eficaz, debes aprender el arte de delegar.
Para tener más tiempo y mejorar tu calidad de vida:
Puede que sea casi una obviedad, pero hacer una gestión inteligente de tus funciones como fundador y/o CEO y confiar en tu equipo para no tener que encargarte de todo, evitará caer en el estrés y te dará más tiempo no solo para analizar estratégicamente tu negocio sino para dedicarlo a tu vida personal, familiar y social.
Para mejorar las finanzas:
Saber delegar es un aspecto que impactará positivamente las finanzas de tu negocio: si entiendes que tu tiempo es valioso, no delegar tareas que otros podrían hacer se convierte sencillamente en una pérdida de dinero.
Para avanzar más rápido:
Al delegar obtienes más tiempo que puedes utilizar para enfocarte en las acciones estratégicas que van a convertirse en resultados concretos. Además, te permite liberar la carga laboral y mejorar la operación del negocio.
Para fortalecer la cultura empresarial:
Delegar también puede contribuir a reforzar la cultura empresarial pues los trabajadores percibirán el respaldo que representa la confianza en su labor por parte de la gerencia.
Cómo delegar y no morir en el intento
Lo primero que debes tener en cuenta es que tu equipo de colaboradores debe estar alineado con la visión de tu negocio. De nada sirve tener a los mejores profesionales sin involucrarlos de lleno en el propósito final de la empresa.
Por otro lado, debes conocerlos muy bien tanto a nivel personal como profesional para, precisamente, identificar las tareas o áreas donde se pueden desempeñar mejor de acuerdo a las necesidades de la empresa. Aunque cada negocio tiene sus particularidades, existen áreas como contabilidad, desarrollo web, diseño y creación de contenidos, gestión de social media y en general labores operativas y no estratégicas, en las que el emprendedor puede crear equipo y delegar.
No sobra decir que es necesario definir los resultados que se esperan, tener estándares para evaluar el desempeño de a quienes se delega y establecer un cronograma y fechas límites para las tareas.
Lo que no debes delegar
Hay labores en las que te debes concentrar y que no puedes delegar en otra persona porque son estratégicas para el crecimiento del negocio: desde el análisis de los números y las finanzas que permite tomar decisiones críticas, las estrategias de negocio que definen el rumbo de la empresa y el desarrollo de nuevas líneas de productos o servicios hasta el establecimiento de redes que conduzcan a hacer alianzas profesionales que beneficien a la empresa.
Los lineamientos expuestos no son una camisa de fuerza y dependerá de cada emprendedor y la particularidad de su negocio entender lo que debe delegar y lo que es estratégico. Pero, en definitiva, no dominar el arte de delegar puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento de tu propio negocio.
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