Los años pasan y nos volvemos más sabios, aprendemos de nuestros errores y evolucionamos. Por esto, hoy quiero compartir con ustedes algunos consejos que me hubiese gustado escuchar antes de emprender. ¡Espero que les sirvan mucho!
El éxito de tu negocio dependerá del equipo del que te rodees, elige bien.
Si ya tienes ese equipo es importante saber delegar tareas, no caigas en la microgestión, tú debes velar por cumplir con la visión de la marca y analizar puntos de mejora en la estructura para construir cimientos sólidos. El resto de tareas las puede llevar a cabo tu equipo de trabajo.
Escucha y aprende de las personas que saben más que tú.
Es de sabios aprender con los ejemplos de los demás. Prepárate, lee y escucha atentamente a las personas que han pasado por lo mismo que tú, aprender de sus errores te puede ayudar a no repetirlos en tu negocio.
No midas tu éxito con la regla de otra persona.
Cada negocio es diferente, los procesos no son los mismos y no existen fórmulas mágicas, así que céntrate en tus procesos, en tus metas y en tu plan de negocio y no te compares con el resto, porque esto solo te resta.
Las cosas bien hechas toman tiempo y no debes desesperarte por crecer.
A veces nos dejamos llevar por las emociones y tomamos decisiones como abrir más tiendas o más canales de venta para vender más, pero no lo hacemos de forma ordenada y descuidamos mucho el proceso.
Valida tu idea de negocio y el perfil de tus clientes antes de lanzarlo al mercado.
Primero, debes desarrollar un producto mínimo viable, que te permita saber si genera realmente valor en la vida del público objetivo, si podemos producirlo de manera correcta y eficiente y, sobre todo, si existe un interés de compra y podemos venderlo. Segundo, si no conoces a tu público objetivo o cliente ideal, será muy difícil que entiendas sus problemas y ofrezcas soluciones para ellos. La regla de oro es conocer a tus clientes como si fuesen tus amigos para poder ponerte en sus zapatos y llegar a ellos.
El camino será muy complicado y debes amar lo que haces, creer mucho en ti y en tus ideas para lograrlo.
No te rindas ante las adversidades, siempre hay una solución a todos los problemas. Si crees en lo que haces, crees en tu propósito y tienes una misión clara de tu vida, sigue para adelante por más trabas que encuentres en tu camino.
Préstale mucha atención a los números del negocio porque de estos dependerá tu crecimiento.
Debes conocer todos los materiales y servicios que conforman tu estructura de costos para analizar la viabilidad económica y financiera del negocio, de manera que se puedan optimizar todos los gastos. También es clave que fijes los precios basándote en el valor percibido por el cliente, es por esto que tenemos que conocer cuánto valor aporta nuestro producto en sus vidas y trabajar constantemente en maximizarlo.
Bonus: Ten clara la visión de tu negocio y no te desvíes hasta conseguirla. Debes tener claro a dónde quieres llegar, cómo vas a lograrlo y crear procesos que te acerquen a la meta. Lo peor es avanzar sin un norte, apagando incendios y tomando decisiones rápidas sin analizar que estén alineadas con la visión de tu marca.
Emprender no es un camino fácil, pero si es lo que elegiste y crees en tu idea vale la pena que luches por ese sueño. No dejes que el miedo al fracaso te paralice y sigue adelante con tus metas.
En moviendonegocios.com te cuento más sobre mi experiencia como emprendedora. También te pueden interesar Tips para ser productivo o Consejos de marketing para emprendedores.
