Lo primero que debes tener presente es que hay deudas buenas y deudas malas, esto depende de lo que te lleven a conseguir a largo plazo. Aquí te doy una guía para que aprendas a identificarlas y puedas manejar mejor tus finanzas.
¿Cómo saber si estás ante deudas buenas o deudas malas?
Las deudas buenas te dan algo que beneficia tu vida en general. Básicamente, tienen algún valor que conservan incluso después de saldarlas. Por el contrario, las deudas malas no te dan beneficios a largo plazo, simplemente te dejan un saldo en rojo.
Te lo digo con un ejemplo; si usas una tarjeta de crédito para comprar un televisor de alta definición, obtienes algo de valor tangible: el propio televisor. Pero el valor de esa propiedad disminuye significativamente con el tiempo. No es como una casa, donde el valor de la propiedad generalmente aumenta con el tiempo. Por eso, una hipoteca es una buena deuda.
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¿Qué debes considerar antes de endeudarte?
- Cuestiónate: ¿Para qué necesitas el crédito? ¿Vale la pena?
- Elige bien quién te va a prestar el dinero: es clave que conozcas todas las condiciones y compares los beneficios que te pueden dar las distintas alternativas financieras.
- No te endeudes de más: piensa qué tan necesario y rentable va a ser adquirir una nueva deuda, ¿Puedes responder a tiempo y pagarlo todo?
- Cuida tu historial crediticio: este es tu mejor aliado a la hora de pedir un préstamo, así que no lo arriesgues por ninguna cosa. La verdad es que no sabes en qué momento vas a necesitar adquirir realmente una deuda. Aprovecha las herramientas gratuitas para conocer tu historial crediticio.
Ubica tu nivel de endeudamiento
Para identificar tu nivel de endeudamiento debes tener claro qué porcentaje de tus ingresos está destinado a pagar deudas:
- 0-30%: Saludable y manejable, además te da para tener un fondo de emergencias.
- 40-50%: ¡Alerta! Ya es riesgoso.
- +50%: Peligroso altísimo, debes tomar medidas inmediatas.
Como puedes ver, no todas las deudas son malas; sin embargo, debes ser objetivo y planear tus finanzas, por lo que debes tener claros los objetivos que tienes a corto, mediano y largo plazo. Conoce tus gastos, genera metas de ahorro y evalúa muy bien las deudas que asumes.
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